1. Haz y di algo diariamente para demostrar cariño a tu pareja.
Decir y hacer pequeñas y sencillas muestras de gratitud todos los días produce grandes recompensas. Cuando las personas se sienten consideradas especiales y apreciadas, son más felices en esa relación y se sienten más motivadas para hacer que la relación sea mejor y más fuerte. Y cuando digo simple, lo digo en serio. Haz pequeños gestos que muestren que estás prestando atención: Abraza, besa, coge de las manos, compra un pequeño regalo, envía una tarjeta, arregla un postre favorito, pon gasolina en el coche o dile a tu pareja:’ Eres sexy’,’ Eres el mejor padre’ o simplemente di’ Gracias por ser tan genial'».
2. Date cuenta de que cada relación tiene valor, sin importar cuánto tiempo dure.
No existe el romance fallido. Las relaciones se desarrollan simplemente en lo que siempre estuvieron destinadas a ser. Es mejor no intentar hacer algo que se supone que es temporal o temporal en una relación de por vida. Suelta y disfruta del viaje. Nunca el tiempo que hemos pasado con una pareja que finalmente no ha terminado bien, es tiempo perdido.
3. No des por seguro a tu pareja.
Esto puede sonar obvio, pero no puedes imaginarte cuántas personas llegan a la terapia de pareja demasiado tarde, cuando su pareja ha terminado con una relación y quiere terminar con ella. Es muy importante darse cuenta de que todo el mundo tiene un punto de ruptura potencial, y si no se satisfacen las necesidades o no se sienten atendidos por el otro, es más que probable que lo descubran en otro lugar. Muchas personas asumen que sólo porque están bien sin las cosas que quieren es su pareja. » Ninguna relación es perfecta «no debe ser usada como una racionalización para la autocomplacencia.
4. Recuerda tomar tiempo para ti aunque estés en pareja.
«Un amigo me enseñó que no importa cómo de enamorados estén o cuánto tiempo hayan estado juntos, es importante tomar un respiro de tu pareja. Pasa el tiempo con tus amigos hasta altas horas de la noche, haz un viaje de fin de semana para visitar a la familia, o simplemente pasa tiempo «contigo» por un tiempo. Después, cuando vuelvas a tu casa de la verdad, ambos estarán recargados y listos para juntarse aún más fuerte».
5. No es por qué peleas, sino por cómo peleas.
Los expertos han encontrado que cuatro mensajes conflictivos son capaces de predecir si las parejas permanecen juntas o se divorcian: desprecio, crítica, evasión (o retirada) y defensa. Juntos, son conocidos como los «Cuatro Caballeros del Divorcio». En lugar de recurrir a estas tácticas negativas, luche con justicia: busque lugares donde la meta de cada socio se superponga en una meta común compartida y construya a partir de ahí. Además, concéntrate en usar el lenguaje «yo» vs.»tú».
6. No seas «el todo» del otro.
Tú eres todo para mí’ es una frase destructora y un plan de relación aún peor. Nadie puede ser «todo» para nadie. El amor no debe surgir de una necesidad, si no de una elección.
7. No os pidáis siempre cumplir en el sexo.
En el sexo no se trata sólo de orgasmos. Se trata de sensaciones, intimidad emocional, alivio del estrés, mejora de la salud (mejora del sistema inmunológico y cardiovascular), y aumento de la vinculación emocional con su pareja, gracias a la maravillosa liberación de hormonas debido al contacto físico. Hay muchas más razones para tener sexo que sólo bajarse».
8. Busca a una pareja con valores similares.
Para un amor duradero, cuanto más parecido (por ejemplo, edad, educación, valores, personalidad, pasatiempos), mejor. Las parejas deben estar especialmente seguras de que sus valores coinciden antes de contraer matrimonio. Aunque se pueden llegar a acuerdos y tolerar otras diferencias, una diferencia en los valores principales es particularmente problemático si queremos tener una relación que dure.
Otro secreto para un matrimonio largo: Ambas partes necesitan comprometerse a hacer que funcione, pase lo que pase. Lo único que puede romper una relación es la propia pareja.
9. Intentar ser más amables.
La manera en que se plantea un problema determina tanto cómo irá el resto de la conversación como la relación en general. Muchas veces un problema se plantea de manera que se ataca o culpa a la pareja, es decir, realizamos una crítica, y esta es uno de los asesinos de una relación. Así que mucho cuidado con nombrarla. En vez de decir:»¡Siempre dejas los platos por todas partes! ¿Por qué no puedes recoger nada?» intenta un enfoque más cariñoso, centrándote en tu propia reacción emocional y una petición positiva.
Por ejemplo:»Me molesta cuando veo platos en la cocina sucios. «¿Podrías por favor quitarlos cuando termines?»
10. Asegúrese de satisfacer las necesidades de su pareja.
El amor es un intercambio comercial y social, no sólo un sentimiento. Las relaciones amorosas son un proceso mediante el cual conseguimos satisfacer nuestras necesidades y también la de la pareja. Cuando ese intercambio es mutuamente satisfactorio, entonces los buenos sentimientos simplemente aparecen. Cuando no lo es, las cosas se vuelven tristes, violentas y la relación termina. Por eso es importante prestar atención a lo que haceis realmente el uno por el otro.
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